¿Indios? Transparencia Administrativa

Dos años tardé en resolver un miserable problema sucesoral en nuestro muy admirado SENIAT.
Entre mala información, entre tardanzas en la emisión de recaudos para la presentación del expediente a este órgano tributario, entre retardos procedimentales tan naturales en los organismos donde los viernes a mediodía los empleados -sin mencionar a los gerentes- abandonan sus puestos de trabajo, estuve dos años y medio tratando de sacar una solvencia sucesoral.

Solvencia que logré, una venezolana de sangre, de nacionalidad, de corazón, después de asistir todos los martes y viernes de cada semana durante 5 meses en forma consecutiva, por supuesto tocando las puertas de los que realmente manejan todo importante organismo público, como lo son las secretarias, ayudantes y mensajeros.

En enero de este año mientras me encontraba en Lima, importé dos productos de los Estados Unidos. Muy extrañada y hasta molesta, pagué, por malos cálculos de la empresa transportista UPS, exceso tanto en la tramitación de nacionalización de los productos como en impuestos nacionales de importación.

Al regresar a Lima en agosto me encuentro un cheque de UPS por exceso de cobro de la empresa, y la indicación que debía acercarme al SUNAT, lo que corresponde al SENIAT en Perú, para reclamar un exceso de pago al fisco.
Presenté copia de mi pasaporte, copia de las facturas recibidas... y en mes y medio recibí la notificación en mi vivienda local, para que fuera a retirar dos cheques, uno por cada compra, por el monto que suma el exceso cobrado y los intereses generados.

SUNAT se molesta en notificar en el domicilio del interesado que tienen pagos a su favor, pero nuestro SENIAT es incapaz de notificar que el interesado DEBE CANCELARLE ya sean multas, cuotas vencidas o intereses. ¿Qué les parece? ¿Quiénes son los indios?

Como muestra de la autenticidad de dicha notificación del SUNAT recibida en Perú, agrego a continuación la imagen.




Lamentable Chacao

Fama y esfuerzos inútiles iniciales.

Resultado de la inconsistencia de las propuestas municipales, o quizás de la distracción que las campañas electorales generan en los dirigentes, Chacao se ha convertido en un infierno para el peatón.

Sin fiscalización de las obras civiles, tanto públicas como privadas, se irrespetan todas las normas de convivencia, donde se violan las condiciones mínimas de seguridad para el ciudadano "de a pie".



¿Indios? Noticias para todos

Una de las experiencias más curiosas y sabrosas vividas en Lima fue la posibilidad de leer las noticias sin tener que comprar el periódico.

Quien sabe cuántas personas (como yo) se abstienen de adquirir la prensa siendo suficiente detenerse frente a cada kiosko a leer los titulares, sin que el vendedor se ofenda o te "mire feo".

Si visitas esta bella ciudad, no te atemorices ni avergüences, nadie te va a reclamar o burlarse de ti, sino más bien te sentirás parte de toda esa masa que sin tonterías disfrutan de las noticias con libertad.

¿Indios? Transporte Asegurado

Ciertamente no puedo negar la barbarie con la que manejan los conductores de transporte público en Lima. La unidades de transporte público en esta ciudad, llamadas "combis" son el terror no sólo de sus pasajeros sino también de todo individuo que ande por las aceras y calles, por las altas estadísticas de accidentes, atropellos y muertes generadas por estas máquinas asesinas, o mejor dicho, máquinas manejadas por asesinos.

Pero lo que si es admirable es que cada ciudadano que utiliza estas unidades de transporte, al cancelar el valor del viaje (ya sea que se transporte 5 metros) recibe un boleto que le ofrece seguro de accidentes dentro de la unidad, además, en la mayoría de los casos indicando el monto pagado para recibir el servicio.

Mi Caracas Bonita

Maracucha de origen, caraqueña por adopción y corazón, siempre recibí la crítica de mis coterráneos por mis continuas manifestaciones de afecto a esta ciudad. Mi amor, no sólo por esta preciosa y misteriosa montaña llamada Ávila, vigilante y fiel a este pueblo, sino también por la expresión del caracter humano que la arquitectura caraqueña transmite.

Esa arquitectura de finales del siglo XIX que manifiesta la sobriedad y reconciliación con la historia por un lado; la arquitectura de mediados de siglo XX, expresión de el civilismo maduro, la identidad sólida del caraqueño, en armonía con la herencia europea inmigrante consecuencia de la primera guerra mundial.

Desde mis 18 años esos edificios acompañaron mi historia en caracas, acompañaron mi sentido de pertenencia a esa cultura tan definida, apasionada y serena del caraqueño.

En cualquier parte del mundo, los espacios públicos son expresión de la cultura del pueblo que los crean y habitan. La estética de las cosas, de los espacios son expresión de la ética de ser que lo habita. En efecto, la arquitectura caraqueña expresó la calidad humana, cultural, social, económica de sus habitantes en toda su historia.

Pero entonces, ¿qué pasó con caracas? ¿Qué está pasando con esa madurez social que expresa el urbanismo hasta mediados del siglo XX?

Sólo dolor es lo que siento caminando por mi amada ciudad adoptiva. Y quisiera que por amor, muchos otros, caraqueños o no, compartan conmigo el sufrimiento de ver a esta Sultana cubierta de harapos. Maltratada, vejada, violada por su misma familia, como si en vez de ser simplemente ignorada, la odiasen, pues sus marcas no son de abandono nada más, sino de violencia, de rabia, de odio.

Una de las zonas expresión de la cultura caraqueña, representación de la idiosincracia y orgullo local siempre fue el área norte que va desde La Pastora hasta San Bernardino. Imagen arquitectónico, de desarrollo de cultura, de ideas y artes para el siglo XIX y XX, y ciertamente el espacio económico y turístico por excelencia (recordemos el el Boulevard de El Panteón, las famosas esquinas de Carmelitas, la marrón y tantas otras), ahora no es más que ruina, es desastre, es lástima y miseria.

Estas imágenes, reveladoras y dolorosas, están tomadas a solo media cuadra o en plena Avenida Urdaneta, icono del comercio de la capital y zona privilegiada de la autoridad política venezolana.







¿Indios? Poder Judicial y Familia

En latinoamérica nadie está exento de ver, ya sea de cerca o de lejos el drama familiar que implica el tener hijos con padres irresponsables que no asumen la Pensión Alimenticia como parte de su deber.

El Poder Judicial peruano, en pro de la protección a la familia, ha creado un sitio web donde se muestra toda la información concerniente a padres irresponsables que no pasan la correspondiente pensión a sus hijos, no sin antes ser tramitadas las denuncias y aprobadas por la autoridad competente.

Personas comunes, pasando por actores, empresarios y hasta políticos están reflejados en este sitio web que permite a cualquier ciudadano curioso escrutar en uno de los aspectos más significativos de una persona, como es la atención a su familia.

Muchos podrían decir: ¿Qué valor puede ser para la ciudadanía que estos datos salgan ala luz pública? Yo solo respondo: ¿Harías negocios, por ejemplo, con alquien que no le ha sabido responder siquiera a la "carne de su carne"?

Dale sólo una miradita al sitio del Registro de Deudores Alimentarios Morosos (REDAM) perteneciente al Poder Judicial, y podrás encontrar nombres conocidos. No sería mala idea copiarnos esta iniciativa ¿verdad?

¿En esa tierra de indios?

Demasiadas veces, cuando he narrado a mis compatriotas venezolanos lo que he encontrado en mis viajes a Perú, más o menos la expresión que he recibido ha sido "¿En esa tierra de indios?"

No pasa por la mente del venezolano que un país tan teóricamente pobre, que vivió gobiernos militares represivos, gobiernos corruptos, etapas de terrorismo de izquierda, pueda erigirse como bien lo llamó un representante del gobierno coreano: "El tigre de América".

Estamos acostumbrados a ver a Venezuela como el centro del universo o el hombligo del mundo, pero en los próximos archivos presentaré algunas de aquellas cosas que me han impresionado de este precioso país, pobre pero en camino, tercermundista pero con visión de primer mundo. Presentaré lo positivo que he encontrado, no para "picar" a mi país, sino para mostrar hasta donde podemos llegar con esfuerzo, cratividad y voluntad de servir desde los cargos de poder.

Perú no está exenta de participar de actos de corrupción, de equivocarse en medidas económicas o políticas... pero se nota el esfuerzo, no sólo de la comunidad politico-partidista, sino de su población, que no se detiene fácilmente ante las adversidades sino que frente a ellas se crece superando toda limitación.

Son bienvenid@s a leer en los próximos archivos y enterarse de algunas pequeñas cosas que podemos desarrollar en nuestro país, para satisfacer esas necesidades tan cotidianas pero que a veces a nuestros políticos se les olvida que forman parte de nuestras vidas.