Porque me despido de esta tierra, dejo mi testamento que podrá ser tildado de negativo en este momento, pero dentro de quince años podrá ser juzgado como dolorosamente realista.
“Ni pesimista ni optimista, sino todo lo contrario” Manuel Caballero parafraseando a Luís Echeverría Álvarez, Presidente de México
Testamento
Dejo a mis compatriotas un pueblo sin voz, no porque se la callaron, sino porque decidió delegar la responsabilidad a otros.
Dejo a mis compatriotas una estructura laboral donde el profesional de segundo nivel –y de tercer nivel- ya no tiene cabida pues ahora los gerentes poseen en su haber títulos de primer nivel o inferior.
Dejo a mis compatriotas un conglomerado de partidos políticos que no han entendido que la forma de hacer política cambió en el mundo, y seguimos ejerciendo el oficio como hace 40 años atrás.
Dejo a mis compatriotas un país donde se está dando a la amnistía los espacios que por naturaleza deberían corresponder a la justicia, y donde no habrá ningún tipo de acción jurídica sobre las violaciones de DDHH resultantes del ejercicio del poder.
Dejo a mis compatriotas un pueblo que hace de un drama un chiste, y que dolorosamente celebramos, evadiendo continuamente la responsabilidad personal frente a los acontecimientos que requieren atención.
Dejo a mis compatriotas la actitud retadora y de reclamo al universo caracterizado por el inmaduro “por qué me pasa esto a mí” y de inmediata atribución de culpas al vecino porque “yo no rompo un plato”.
Dejo a mis compatriotas un canto continuo de elegía a Venezuela, pero que no se manifiesta en el comportamiento cotidiano de respeto, consecución y acción pro-activa y constructiva.
Dejo a mis compatriotas una geografía inigualable, pero poco querida por poco conocida pues es más cómodo ver la televisión en casa que salir a explorar nuestras bellezas.
Dejo y suscribo las críticas que mis compatriotas agreguen a esta pequeña lista, que es expresión de preocupación, de conciencia de nuestra realidad y de lo que debemos cambiar.
Lista que es expresión de esperanza pues la formulación de comportamientos erróneos indica el camino a seguir para mejorar, porque creo firmemente que la democracia es perfectible, y el hombre también.
Estados Miranda y Vargas, y Distrito Capital, Parque Nacional El Ávila
Fecha:
Sábado 22 de Mayo de 2010
Participantes:
Yeison Oropeza y José Javier (invitados especiales), Nairaly González y María Eugenia Viloria
Vehículo:
Metro de Caracas y transporte público de Terrazas del Ávila
Hora de Salida:
6:10 a.m.
Hora de Cumbre:
01:20 p.m.
CRÓNICA
Los torniquetes de la estación del metro Petare a las 6:10 horas fue el punto de encuentro para los miembros e invitados de este proyecto.
Tomamos la camionetica que nos acercaría al PGP Galindo, en el corazón de la urbanización Terrazas del Ávila.
A las 7:18 horas comenzamos el ascenso.
A pesar de que la ruta se encontraba bastante cerrada por la ausencia de tránsito a causa del cierra durante semanas del parque Nacional El Ávila, la ruta se transitó con bastante comodidad.
El cielo se mantuvo tapado, protegiéndonos del calor hasta que a las 13:20 horas alcanzamos la cumbre a una altitud de 2680 m.s.n.m. En ese momento el sol salió para abrazarnos lo suficiente como para disfrutarlo y despejar el cielo para dejar ver desde arriba la ciudad de caracas.
A las 14:40 horas comenzamos el descenso por la misma ruta, llegando a las 19:08 horas al PGP Galindo, con el gozo de haber compartido un día con nuevos amigos, los invitados, y redescubriendo -como siempre- que la montaña es instrumento y lugar de encuentro con la humanidad.
Fecha: 06 de Febrero de 2010 Sitio: Península de Paraguaná, Estado Falcón Días: 1 día Participantes: Víctor Limardo, Guillermo Salas, Mevo!
Tres amigos creamos la Ruta "Tres Tostaos", saliendo desde Pueblo Nuevo y atravezando la Península por el desierto hasta llegar al Cabo San Romén, el punto más septentrional del territorio venezolano.
Fecha: 27 y 28 de Febrero de 2010 Sitio: Páramo La Culata, Estado Mérida Días: 2 Participantes: Adriana López Lizaso, Jorge Santos, Guillermo Salas, Camilo Torres, Mevo!
Fecha: 01 de Mayo de 2010 Sitio: Morros de San Juan, Estado Guárico Días: 1 día Participantes: Nairaly González, Federico Alberto Saldivia Lacruz, Richard Hernandez, Mevo!
Estado Aragua, Parque Nacional Henry Pittier, Pico El Cenizo
Fecha:
Sábado 21 de junio de 2009
Participantes:
Meylis Aguilera, Adriana López, Jesús Fernández y María Eugenia Viloria
Vehículo:
Hora de Salida:
06:00 hrs
Hora de Cumbre:
15:00 hrs
CRÓNICA
El sábado 21 de junio a las 06:00 hrs, después de una exploración previa semanas antes, salimos cuatro miembros del proyecto "Venezuela 25 Cumbres" a buscar la cumbre del estado Aragua.
Nos aproximamos al último punto conocido en la exploración anterior, para retomar los rastros que el GPS había señalado, tratando de evitar los mismos caminos transitados y que no nos habían permitido acercarnos a menos de 3 kms.
Llegamos al Centro de Acopio de duraznos de Monte Oscuro, donde hablamos con la dueña del "Centro Social" que se encuentra a escasos 100 metros, nos permitió dejar el vehículo en el patio de su casa, exactamente al frente.
A las 08:00 hrs pasaba por allí un camión 350 conducido por un señor con el fenotipo típico de la zona: blanco con rostro rosado, acompañado por su hijo no mayor de 10 años, a quienes le pedimos un empujón "a cualquier sitio hacia allá", y que amablemente nos permitieron subir avanzar al menos 3 kms. de camino además de pasarnos al otro lado del río, dejándonos en lo que sería el cruce entre Monte Oscuro y Loma de Paya.
Caminamos durante 2 horas hacia alguna ruta transitada hacia lo que el GPS marcaba como destino, transitando por toda Loma de Paya hasta alcanzar un camino que e internaba en un bosque de altísimos árboles talados indiscriminadamente para caer nuevamente a Monte Oscuro a través de un estrecho camino cercado de alambre de púas, pero en esta ocasión en la parte más alta.
Al finalizar dicha cerca se abrió ante nuestros ojos un fresal, contiguo a una casa que funge de bodega del sector, donde nos informaron que habían dos chicos de la zona que frecuentemente se iban a caminar por las lomas de arriba hacia la zona donde el GPS indicaba el punto que queríamos alcanzar.
Comenzamos a subir por uno de los laterales de uno de los fresales donde al final se observaba un ingreso en el selva, para comenzar el proceso de apertura de ruta hacia la cumbre que se apreciaba a escasos 1.5 kms aproximadamente del fresal, cuando nos encontramos a los dos chicos que nos habían comentado acercándose a nosotros con 4 latas de Maltin con sabor a colita... ellos deseaban ir con nosotros.
Luego de dos horas aproximadamente de limpieza y avance por la ruta, los chicos nos dijeron que ya estábamos a donde ellos asumían que nosotros queríamos llegar, y nos preguntaron si queríamos ir al cerro de al lado, pero les respondimos que aún no habíamos alcanzado la cumbre y ellos, extrañados y resignados, se quedaron con nosotros esperando ver qué "locura" buscábamos.
Minutos después de comenzar el ataque a lo que sería el último esfuerzo, el GPS feneció... las baterías habían dado tu último aliento y nos quedaban solamente pilas AAA. Pero en un chispazo de equipo cohesionado.. armamos "tuquitos" de papel de aluminio [por fortuna siempre alguien lleva comida preparada] y extendimos el alcance de los polos de las baterías con los trocitos de aluminio, pudiendo darle más vida al GPS.
Cuarenta minutos después alcanzamos la cumbre. Cumbre que significó la certeza de poder lograr las metas con sentido de equipo y colaboración.
Los chicos que no acompañaron jamás habían visto una marca topográfica. Allí se la enseñamos y Jesús les explicó para qué servían.
De regreso tomamos otra colita de un dueño de una finca que celebraba con sus obreros, llegando nevamente al "Centro Social" a las 19:00 hrs para regresar a caracas con el dulce sabor del logro.
El viernes 08 de enero, aprovechando los últimos días del asueto de navidad, partimos de caracas hacia Trujillo vía Boconó, la población más grande antes de llegar al pueblo de Tostós, donde quizás podríamos pernoctar de acuerdo a la ruta que elegiríamos para ascender a la cumbre.
Al llegar a Tostós, mientras nos refrescábamos, decidimos trasladarnos hacia Niquitao para informarnos mejor. De todos modos, si fuese más convenientes partir de Tostós, podríamos regresar, pues está apenas a 15 muinutos de carretera.
Luego de conversar con dos funcionarios de Defensa Civil, decidimos pasar la noche en Niquitao y partir temprano a buscar la ruta típica hacia la Teta.
Al día siguiente, a las 6:00 salimos, y preguntando por la vía logramos tomar el camino correcto, pasando por lugares algo rudos para el tránsito con la camioneta, pero al final logramos alcanzar subir hasta la aparición del primer frailejón.
Desde allí en adelante el camino se niveló y la aproximación a la cumbre no se dificultó. A las 10:00 hrs llegamos al Pozo de Arenales, lugar donde comenzamos a caminar hacia la Teta sin dificultades pues la ruta se presentaba franca.
A las 12:00 hrs alcanzabamos la cumbre con una altura de 4007 m.s.n.m. donde compartimos una media hora con habitantes de los caseríos aledaños.
A las 13:50 hrs estabamos de vuelta en la camioneta y regresando ya no por el camino de acceso sino por la ruta que lleva a Cabimbú, un pueblo joven próximo a la Teta y que ofrece una carretera más limpia, sin dificultades de tránsito, y con la particular belleza que ofrecen las zonas cultivadas.
Luego de buscar al resto de los amigos con quien haríamos la ruta, partimos a las 8:00 hrs hacia el bellísmo pueblo de Los Nevados.
El plan consistía en realizar la Travesía de la Sierra Navada, comenzando la caminata en Los Nevados, retornando a Mérida por La Mucuy. Esto nos llevaría varios días, en los cuales ascenderíamos al Pico Bolívar y alguna que otra cumbre que se nos atravezara en el camino.
En efecto, al día siguiente ascendimos al Pico El Toro, para luego dirigirnos hacia Timoncitos, donde descansaríamos un día del agotador trayecto realizado en esa jornada, para al día siguiente ascender al Pico Bolívar.
El día 15, sin levantar campamento, todos sin excepción subimos a la cumbre más alta de Venezuela, con la ayuda de los amigos más experimentados, pudiendo apreciar la belleza de la montaña, la solidaridad de los que aman el montañismo, y con la satisfacción de haber sido bien recibidos por la natura tan particular que posee esta imponente y más elevada cima de nuestro país.
Miércoles 31 de Marzo y Jueves 01 de Abril de 2010
Participantes:
Guillermo Salas y María Eugenia Viloria
Vehículo:
Toyota Yaris
Hora de Salida:
11:00 a.m. del miércoles
Hora de Cumbre:
10:40 a.m. del jueves
CRÓNICA
La aproximación
El día miércoles 31 de marzo a las 11:00 hrs. Guillermo y María Eugenia tomamos camino hacia lo que sería el logro de la cumbre del Estado Falcón. Pasando por Campo Elías y Paraíso de Chabasquén del estado Portuguesa, alcanzamos el Estado Lara en el pueblo de Guarico, y a través de las vías de El Tocuyo y Quibor, tomando la Lara-Zulia desde el distribuidor El Rodeo.
En vía hacia Maracaibo, 30 kilómetros después de dejar Carora atrás, en Puricaure tomamos camino hacia el norte, buscando Quebrada Arriba, el pueblo más cercano al punto más alto del Estado Falcón según Cartografía Nacional. Es importante tener en cuenta que sobre la superficie de la tierra no hay marcaciones naturales de espacios políticos pues estos son delimitados por el hombre, y la exactitud de las divisiones depende de la subjetividad en las cartas topográficas disponibles.
En el pueblo
Llegamos a Quebrada Arriba a las 16:30 hrs. aproximadamente. Inmediatamente buscamos alternativas para acceder al caserío El Cerrón, el punto de partida estimado para el inicio de la exploración.
Luego de conversar con moto taxis ya “alegres” por el asueto de Semana Santa, pudimos contactar a Daniel, propietario de una Toyota que sirve de transporte a los pobladores de los caseríos de los alrededores.
Daniel acababa de llegar de El Cerrón, y no subiría más ese día a excepción que le diéramos en oferta BsF 190 para pagar el viaje completo. Frente a ese costo decidimos que no podríamos subir esa tarde, pero luego él mismo nos dijo que su tío vivía en El Cerrón y seguramente subiría esa noche. Así, Daniel nos puso en contacto con el Sr. Nené, quien nos permitió subirnos en su Toyota, sobre la mercancía que vendería esa noche mientras se trasladaba a su casa.
El Sr. Nené utiliza su vehículo básicamente para servir de mercado ambulante a los habitantes de los caseríos, permitiéndoles acceder diariamente de alimento humano, de ganado, bombonas de gas, y todo aquello que los pobladores le soliciten.
En el caserío El Cerrón
Después de hacer las ventas con el Sr. Nené, llegamos al caserío El Cerrón, donde amablemente la sobrina de nuestro transportista, llamada Judith, nos permitió acampar en su patio. Esa noche cenamos papelón –que Guille compró al mercader ambulante-, sopa china sabor a champiñones, y dos empanadas de queso que la Sra. Oliva nos preparó.
En el caserío el tema de la zona en reclamación no existe. La gente es larense, sabe que del otro lado está Falcón, pero el asunto limítrofe no le preocupa en lo absoluto. Para ellos todos los cerros del entorno se llaman Cerrón, lo que significó una observación aun mayor para no perder la cumbre específica que deseábamos alcanzar.
Recientemente pusieron una antena relativamente cerca del caserío, que se accede también por la misma fila pero con un desnivel estimado de 40 a 80 metros.
Las noches en ese patio, a 1490 m.s.n.m. fue cálida, para romper el día con un friíto muy rico a las 06:00 hrs.
Hacia la Cumbre
A las 06:45 hrs. salimos con Cecilio, el esposo de Judith pues nos prestaría un machete –error: ir a explorar sin equipo adecuado-. Caminamos con nuestro hospedero durante casi dos horas hasta llegar a su lugar de trabajo, donde nos despedimos para seguir nuestro camino.
Ya encomendados a Dios y con el permiso solicitado a la montaña, el camino solo estuvo “novedoso” cuando se nos atravesó una cascabel que dejamos pasar para continuar la ruta que el GPS indicaba y que el terreno nos permitía.
Caminamos laderas, atravesamos quebradas secas, saltamos cercas de potreros -11 para ser exactos-, hasta llegar a una casita a 1765 m.s.n.m. en una loma hermosa, nublada, fresca y verde. Luego nos enteraríamos que alguna vez vivió allí quien nos hospedó el Quebrada Arriba la noche que bajamos de El Cerrón.
Desde allí hacia el norte, atravesando lo que debe ser un río en período de lluvia se alcanza el último potrero ubicado al inicio del valle que lleva al collado que sirve de acceso a la fila que accede a la cumbre.
Pasado el último potrero, donde el ganado parece ver un fantasma cuando se acerca un ser humano, se llega al último tramo de terreno llano, con una vegetación atípicamente espinosa, para alcanzar, cerca de la ventana una zona desvastada: talada y parcialmente quemada, aparentemente en vías de preparación para más potreros.
Desde allí se alcanza la ventana y se inicia el recorrido por la fila, caracterizada por una selva fresca, no muy tupida y con una inclinación bastante transitable. El suelo, totalmente cubierto de hojas secas presenta un serio riesgo de serpientes.
La Cumbre
Llegamos a la cumbre sin GPS pues la selva no permitió la lectura del trayecto desde la base del cerro, pero el altímetro mostró una altura de 1993 m.s.n.m. a las 10:40 hrs. del día jueves 01 de abril.
Hicimos las fotos y filmaciones respectivas, y bajamos rápido para ver si podíamos regresar con Cecilio, quien terminaría de trabajar a las 13:00 hrs.
Nos detuvimos 10 minutos para hacer la merienda en la casita del clima agradable, para luego bajar, llegando al caserío a las 13:30 hrs. aproximadamente.
El Regreso
Ya en el pueblo, fuimos a celebrar con una cervecita y un refresco. Mientras, se nos acercó Víctor, un habitante del caserío y miembro del Consejo Comunal, para compartir un rato con nosotros. Nos comentó sobre el trabajo de concienciación que se está haciendo en la comunidad pues el deterioro ecológico ya se está haciendo sentir en la zona.
Luego fuimos donde la Sra. Oliva para que nos hiciera unas empanaditas para el almuerzo.
A las 15:30 hrs. iniciamos camino hacia Quebrada Arriba a pie, pues no habría transporte por ser asueto. Conmovedor fue ver que una de las pobladoras del caserío se nos acercó para regalarnos 4 empanaditas para el camino, haciéndonos sentir estimados.
Faltándonos aproximadamente cinco kilómetros de recorrido alcanzamos una “colita” de José el maracucho, quien amablemente nos llevó hasta la licorería más cercana, apenas a un kilómetro de donde habíamos dejado a Danko.
En Quebrada Arriba
Al llegar al pueblo la Sra. Marina nos ofreció su casa para pernoctar. Nos bañamos y salimos a buscar donde comer. Pasamos por la iglesia y maravillosamente me encontré con un pueblo que ¡sabe cantar en latín! El pueblo estaba cantando el “Tantum Ergo” en latín… y bien cantado… ¡sin gritar! Al terminar el traslado del Santísimo al Altar de la Reserva logré satisfacer mi curiosidad: El sacerdote, llamado Heraclio Mosquera tiene seis años como párroco en el pueblo, es oriundo de Carora pero ordenado en Roma.
Hicimos una rica cena con pollo, con ensalada y yuca, para luego irnos a dormir en la casa de la Sra. Marina, de Leivis y de José Gregorio, vecinos de Daniel, el sobrino del Sr. Nené, confirmando que todo nuestro viaje quedó “en familia”. Al día siguiente, al despedirnos de la amable familia del pueblo, también nos regalaron cuatro arepitas con queso para el camino.
Este viaje, esta cumbre, íntima y silenciosa no sólo significó un logro más para el proyecto sino el continuo reencuentro con el venezolano abierto, disponible, y ansioso de amistad y encuentro.
